02 julio 2011

Actualización sobre el tema "Fuga de Capitales": posible desaceleración

Desde que escribimos la nota "Fuga de Capitales" hemos seguido monitoreando la situación del tipo de cambio y la brecha entre el tipo de cambio OFICIAL (Banco Nación Público) con el tipo de cambio INFORMAL.  Recordemos que esta brecha puede ser un pequeño indicador respecto a la situación de la fuga de capitales. Por lo que hemos advertido, la brecha ha tendido a establecerse en torno a un equilibrio. Si bien a comienzos a año la brecha mostraba una tendencia claramente alcista, vemos que en los últimos dos meses se ha estabilizado su ritmo de crecimiento: en otras palabras, existe una brecha importante aún, pero su crecimiento se ha desacelerado, tal como se aprecia en el gráfico de abajo.


En relación a este tema, el lunes 4 de Julio de 2011, en su edición impresa, el Cronista Comercial titula: "La fuga de capitales llegó en seis meses a casi el mismo nivel que en todo el 2010". Los datos aportados por este matutino son consistentes con nuestro análisis: en los primeros meses del año se calcula una mayor fuga que en los meses de mayo y junio. El artículo periodístico pone énfasis en el total fugado durante el primer semestre del año; nosotros en cambio, tratamos de advertir tendencias: y concluímos que si bien existe fuga de capitales, la misma se ha desacelerado en los últimos meses. A continuación ponemos a disposición de los lectores la nota del Cronista Comercial, firmada por  Dolores Ayerra.

"Cuando todo parecía encauzarse a la calma, el escenario cambió. La primera mitad del año se va con saldos superiores a los esperados para la fuga de capitales.
En los primeros tres meses del año, la formación de activos externos del sector privado –como se entiende a la salida de fondos– fue de u$s 3.676 millones, según cifras del Banco Central (BCRA).
En el segundo trimestre, los números engordaron bastante. La fuga podría llegar a terminar –todavía no hay datos oficiales– en torno a los u$s 6.000 millones.
Según estimaciones privadas, habría ascendido a ese nivel como consecuencia de los u$s 1.800 millones que se fueron en abril, u$s 2.200 millones en mayo y u$s 2.000 millones que se calculan para junio. De esta manera, en la primera mitad del año, la dolarización alcanzaría los u$s 10.000 millones, poco menos del total de 2010.
La cifra es casi el doble de los poco más de u$s 6.500 millones que se fugaron en igual período del año pasado. Incluso con mayor ruido político porque en ese momento pesó la pelea por el uso de reservas que el Gobierno decretó para pagar deuda y que le costó la salida a Martín Redrado, a meses de terminar su mandato al frente del BCRA.
Con estos números, el análisis es que el organismo monetario compró mucho menos dólares que durante el primer trimestre, aún con una mayor oferta por el período de mayor liquidación del año por parte del campo. Y es que el clima electoral de octubre metió la cola antes de tiempo. Los expertos hablan de que la dolarización estimada para el segundo semestre se anticipó.
Pero ahora, la fuga para ese entonces podría ser mayor, debido a la habitual compra de divisas que se sucede cuando hay presidenciales en puerta. Según cálculos de la consultora Analytica, por ejemplo, en los meses previos a la reelección de Carlos Menem (1995) los activos externos privados crecieron 4,4%; antes de la presidencia de Fernando De la Rúa (1999) aumentaron 2,6% y en la elección de Néstor Kirchner (2003) y de Cristina Fernández de Kirchner (2007) lo hicieron 6,8% y 4,7%, respectivamente.
De todas formas, la compra de dólares por parte del público en algún punto es funcional al Gobierno, siempre bajo este contexto en el que los precios internacionales de materias primas lo ayudan.
Por un lado, colabora a sostener el tipo de cambio y que no pierda competitividad para la industria nacional. Y al mismo tiempo, le ahorra al Banco Central la tarea de intervenir en el mercado de cambios con ese objetivo y emitir más pesos –cada vez que compra dólares, vuelca pesos al mercado– sumando más riesgo inflacionario y colocando más deuda entre las entidades financieras para absorber luego ese circulante. Pero hay más: para 2011 el estimado es de u$s 16.000 millones, de los cuales ya cerca de u$s 10.000 millones salieron del sistema en los primeros seis meses del año. Ahora, todo parece indicar que el resultado será más amplio y superaría con creces los
u$s 11.400 millones del 2010."

Seguiremos de cerca la evolución del tipo de cambio. Tal como decíamos en la nota citada más arriba, tenemos que seguir atentos a lo que suceda a nivel internacional (con la zona Euro, la situación de Estados Unidos y lo que decida Brasil sobre su posible devaluación) y a nivel nacional, con lo que suceda con las próximas elecciones.

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